*Inaugurada el 02 de Mayo 2022 y de manera permanente se encuentran las piezas prehispánicas en la nueva «Sala de Arqueología Regional Izcuinapan» en SMA
*Abrirá sus puertas durante el verano 2022 con horarios y accesos a cargo del Museo Casa de Allende.

Por: redacción Antonieta Informa HR
San Miguel de Allende, Gto., Martes 03 de Mayo 2022.- Después de 50 años del fallecimiento del sanmiguelense Miguel Malo Zozaya, el 2 de mayo de 1972, Al día de hoy el Museo Histórico Casa de Allende inauguró la «Sala de Arqueología Regional Izcuinapan» destinada a la exhibición de la colección arqueológica reunida en la década de los cincuenta y sesenta y resguardada por el sanmiguelense MIGUEL MALO ZOZAYA quien durante años estudió y divulgó la historia prehispánica regional.
De 2 mil piezas La «Sala de Arqueología Regional Izcuinapan» preseleccionó en enero 250 piezas y de ellas, 80 piezas se mostrarán en conjunto con iconografías. Señalaron que el 98% de la colección volvió a San Miguel de Allende y está resguardada en un laboratorio (repositorio) en el segundo piso del museo casa de Allende.
Tras la muerte de Miguel Malo, la mayor parte de dicha colección salió de San Miguel para ser resguardada y restaurada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Las mas de 2 mil piezas, corresponden a un acervo: de cerámica Chupicuaro de las regiones de Salamanca y Acámbaro, fase «Cultura Morales» que muestra animales esculpidos de 0 a 400 años Después de Cristo (DC) orígenes de la civilización en San Miguel de Allende una cerámica sucesora de Chupicuaro y las piezas de San Miguel de Allende con piezas de las comunidades de Tierra Blanca, Cruz del Palmar, Cañada de la Virgen, Agua Espinoza, un acervo contemporáneo que representa el apogeo de los pueblos indígenas de San Miguel de Allende. La fase de investigación quiere responder a preguntas como ¿Cuáles la relación entre San Miguel de Allende y los Toltecas?
Los materiales de las piezas son; cerámicas, oxidiana, concha, piedra azul-verde, textos sobre pipas prehispánicas, informe sobre el sitio de «Morales» cuándo se hizo la Presa Ignacio Allende en San Miguel de Allende y otros sitios en Guanajuato.
Las piezas Inicialmente fueron reunidas en el museo regional de Guanajuato Alhóndiga de Granaditas, fue después depositada, una parte, en la zona arqueológica Cañada de la Virgen; otra más fue enviada al museo ex convento Agustino de San Pedro y San Pablo en Yuriria, y a la zona arqueológica de Teotihuacan para su restauración, quedando así durante años dispersa en diferentes recintos del Instituto. Sólo una parte de la colección se mantuvo en posesión de la viuda de Miguel Malo, Magdalena Luna Polo (en mesones 81) quien antes de morir la entregó al INAH junto con la petición de que las piezas no salieran de San Miguel de Allende y que fueran exhibidas de manera permanente en el recién inaugurado Museo Casa de Allende.

Así fue creada en el año 1990 una sala con esa parte de la colección, hasta que la reestructuración del museo en 2008, con motivo del Bicentenario de la Independencia, desmontó la exhibición arqueológica en función de un nuevo guión museográfico.
Es así que la exhibición arqueológica retorna a San Miguel de Allende, para ser resguardada, estudiada y exhibida de manera permanente en el museo, la sala lleva el nombre de «Izcuinapan» que significa el primer asentamiento indígena en San Miguel tras la llegada de los europeos en el siglo XVI, que en náhuatl significa Agua de perros, mismo nombre que dio Miguel Malo al museo ubicado en su casa, en la calle de Mesones 81: «El Museo de Arqueología Regional Izcuinapan» donde exhibió parte de la colección desde el año de 1967 hasta 1972.
Miguel Malo Zozaya integró su colección de piezas prehispánicas durante los años previos a la entrada en vigor de la nueva Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos de 1972, un periodo en el cual los coleccionistas jugaron un papel relevante en la conservación del patrimonio arqueológico.
«Cabe resaltar que, a diferencia de otros coleccionistas del país, más interesados en el valor estético y la diversidad de las piezas que obtenían, Miguel Malo concentró su trabajo de campo en la región de San Miguel de Allende, cuya riqueza arqueológica era entonces apenas conocida. Pero sobre todo orientó su actividad a la investigación científica, plasmada en diversas publicaciones, entablando un diálogo permanente con historiadores y arqueólogos de la talla de Román Piña Chan, Roberto García Moll, Beatriz Braniff , Richard Mac Neish y el antropólogo Claude Levi-Strauss. Fue a partir de sus gestiones que el Museo Nacional de Antropología e Historia, de la Ciudad de México, exhibe desde 1964 algunas piezas arqueológicas procedentes de su colección»
Destacaron que Miguel Malo Zozaya fue un sanmiguelense ejemplar y un tenaz defensor y promotor del patrimonio cultural, nació el 22 de diciembre de 1906, en el seno de una familia de raíces históricas locales, se graduó en la Universidad de Guanajuato como profesor en Farmacia, actividad que realizó durante su vida como un servicio a la comunidad, junto con el magisterio, que ejerció en diversas escuelas de educación básica y en el Instituto Allende. Fue asimismo director fundador del Centro Cultural Ignacio Ramírez «El Nigromante» dependiente del Instituto Nacional de Bellas Artes, cargo que ocupó desde 1962 hasta su muerte, así como miembro de varias instituciones de estudios históricos, como el Seminario de Cultura Mexicana. Destaca, entre sus publicaciones, la primera Guía Turística de San Miguel de Allende. Apasionado de la civilización mesoamericana desde muy joven, dedicó su vida y sus exiguos recursos económicos a la valoración y la defensa del patrimonio histórico, esforzándose para que San Miguel de Allende fuera reconocido no solamente por su pasado virreinal y por su crucial participación en la gesta de Independencia, sino que también lo fuera por su pasado prehispánico.
El proyecto, está a cargo de la Mtra. Gabriela Zepeda García Moreno, investigadora del Centro INAH Guanajuato, del Mtro. Alberto Aveleyra Talamantes y del Arqueólogo. Hugo Olalde González, con la aportación museográfica del Mtro. Marco Barrera Bassols.